Castillo fuerte es nuestro Dios: Una letanía para el Domingo de la reforma
Esta letanía entreteje el gran himno de la Reforma de Martín Lutero con las palabras de la Escritura que inspiraron el himno, las palabras del Salmo 46. La versión de la Biblia utilizada es la Nueva Versión Internacional. La traducción del himno fue hecha por J. B. Cabrera.
Líder:
Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Pueblo:
Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra,
y las montañas se hundan en el fondo del mar;
aunque rujan y se encrespen sus aguas,
y ante su furia retiemblen los montes.
Canto al unísono:
Castillo fuerte es nuestro Dios, defensa y buen escudo.
Con su poder nos librará en todo trance agudo.
Con furia y con afán acósanos Satán,
por armas deja ver astucia y gran poder;
cual él no hay en la tierra.
Líder:
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
la santa habitación del Altísimo.
Pueblo:
Dios está en ella, la ciudad no caerá;
al rayar el alba Dios le brindará su ayuda.
Canto al unísono:
Nuestro valor es nada aquí, con él todo es perdido;
más con nosotros luchará de Dios el escogido.
Es nuestro Rey Jesús, el que venció en la cruz,
Señor y Salvador; y siendo solo Dios,
Él triunfa en la batalla.
Líder:
Se agitan las naciones, se tambalean los reinos;
Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba.
Pueblo:
El Señor Todopoderoso está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Líder:
¡Vengan y vean los portentos del Señor!
Pueblo:
Ha puesto fin a las guerras
en todos los confines de la tierra;
ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas,
ha arrojado los carros al fuego.
Canto al unísono:
Aunque demonios mil estén prontos a devorarnos,
no temeremos porque Dios sabrá cómo ampararnos.
¡Qué muestre su vigor, Satán y su furor!
Dañarnos no podrá, pues condenado es ya
por la Palabra santa.
Líder:
Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
Pueblo:
¡Dios es exaltado entre las naciones!
¡Dios es enaltecido en la tierra!
Líder:
El Señor Todopoderoso está con nosotros;
Pueblo:
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Canto al unísono:
Esa Palabra del Señor que el mundo no apetece,
por el Espíritu de Dios muy firme permanece.
Nos pueden despojar de bienes, nombre, hogar,
el cuerpo destruir, mas siempre ha de existir
de Dios el reino eterno.